lunes, 27 de febrero de 2012

Nunca máis.

Podía haberlo adivinado, al fin y al cabo no era tan difícil verlo. Sabía que esto nos condenaría a los dos, y así ha sido. Quiero decir, me importa una mierda el resto, pero, ¿y la confianza? En un cubo de la basura del parque que está cerca de mi casa, supongo, flotando entre inmadurez y estupidez varia. Lo peor es que me da igual, se me han quitado las ganas de intentar conservar algo que sólo yo intento salvar, y se me han quitado las ganas hasta de hablarte. Si tuviera una máquina del tiempo... Pero bueno, me dijeron que no me arrepintiera jamás de lo que hago, así que me lo tomaré como una lección de vida: no tocar a un amigo fuera de los límites establecidos, nunca más.

miércoles, 22 de febrero de 2012

domingo, 19 de febrero de 2012

Quea cossa?

Simba: -Sí, parece que los vientos cambian…
Rafiki: -Cambiar es bueno…
Simba: -Sí, pero no es fácil… sé lo que tengo que hacer pero… si regreso tendré que enfrentarme al pasado, y llevo tanto tiempo huyendo de él…
*Golpe que le pega Rafiki*
Simba: -Ehh! ¿Por qué has hecho eso?
Rafiki: -No importa… está en el pasado…
Simba: -Sí, pero aún duele…
Rafiki: -Ohhh si, el pasado puede doler… pero tal como yo lo veo puedes o huir de él o… aprender.
*Rafiki intenta golpear de nuevo a Simba y éste le esquiva*
Rafiki: -¿Lo ves? Bien, ¿Qué vas a hacer?



sábado, 11 de febrero de 2012

Y lo publico porque me hace gracia.

Estoy deprimida, y no sé por qué. Tengo ese nudo en la garganta que te atenaza todo el cuello y muere en la laringe con un silencioso dolor. Creo que incluso tengo los ojos rojos e irritados por lágrimas que no quieren salir sin un motivo y por mirar al suelo durante todo el día. Sí, no he podido andar mirando al frente cuando he salido de casa, parecía que un gran elefante con una copa de martini en la mano adornada por una aceituna se había posado en mis hombros. Quizás fue convocado por mis recuerdos o por la película pastelosa que había visto por la mañana, Moulin Rouge. Quizás la envidia de una vida maravillosa, divertida, nueva y con algo que, desgraciadamente, pone color a nuestros días; el amor. Suena cursi, así dicho, amor. Es una palabra tan grande que no deberíamos aprender a decirla hasta los veintimuchos. Yo no puedo hablar de amor, porque nunca lo he sentido, así que dicho en mis labios queda vacío, forzado y escueto, como un patito de goma desinflado.
Ahora se me ha deshecho el nudo y me ha dejado una agradable calidez en la garganta. Estoy más relajada porque lo he soltado todo. Todo lo que no me digo a mí misma y vierto aquí, en un espacio público donde pueden leerlo todos. No me gusta mostrarme débil, y por eso no creo que lo publique, y quedará olvidado en borradores. Pero da igual porque mañana ya no sentiré esto y me dará la risa y porque, total, no está muy elaborado artísticamente, que digamos.

jueves, 2 de febrero de 2012

Y de pronto, 17.

Y no te lo puedes creer, porque hace nada que veías digimon en televisión española, que jugabas en tu game boy, que saltabas a la comba, que contabas los años para llegar a secundaria y que eras feliz con cada estupidez que te pasaba.

Y aquí estoy, un año más, prometiéndome que este será el mejor de mi vida hasta que vuelva a cumplir de nuevo.
Y lo será.