Pero no ha sido la vida lo que ha cambiado. Creo que he sido yo. Llamémoslo actitud azul, azul fosforito. He subrayado lo más importante de mí y me he dado cuenta de que ya me sé la lección. No entera, pero casi, y, al fin y al cabo: ¿qué estudiante va a un examen con todo aprendido? Lo divertido es ir improvisando sobre la marcha, y echar a suertes las preguntas tipos test que no te sepas. Tienes un 25% de posibilidades de acertar y muchas pruebas más para recuperar tus errores. Y si te piden que justifiques la respuesta, siempre puedes echar mano de la imaginación. A mí, por lo menos, me está funcionando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario