viernes, 25 de marzo de 2011

Hacia arriba, todo recto, tras la primera estrella polar.

Tengo miedo, desgraciadamente, a casi todo. Y tú también.
¿Cómo distingues el amor del afecto? ¿Y de la atracción? ¿Y de la obsesión? ¿Cómo lo distingues de la amistad? ¿Y si es solo amistad? ¿Y si esa pequeña línea que separa esas dos cosas, que se difumina y nos confunde, es imposible de distinguir por culpa del afecto y la atracción?
¿Y si mejor me hago una zorra y paso de todo? Al menos, a ellas les va mejor que a mí.
Pero jamás se me caerá la dignidad de esa manera. Corre, abre la ventana. Cómete el mundo.

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